El río Mandeo y su afluente, el Mendo, crean los valles que rodean la ciudad de Betanzos, donde se concentran las tierras dedicadas a las castas autóctonas de esta zona. Las condiciones límite de luz y temperatura permiten la elaboración de vinos singulares. Las viñas están plantadas en suelos francos y profundos y la poda y conducción de las viñas se realiza manualmente y con maestría para garantizar un control idóneo del potencial vitícola.
Los vinos
Son vinos ligeros, de graduaciones alcohólicas moderadas. Los elaborados a partir de uvas blancas presentan color amarillo pálido con reflejos verdosos; los aromas son frutales y florales y el sabor es ligeramente ácido y con posgusto persistente. Los elaborados a partir de uvas tintas presentan colores de intensidad media de rojo-cereza a rojo-cereza oscuro; aromas a frutos del bosque y el sabor es suave con estructura y persistencia medias.
Variedades de uvas
Para los blancos: Godello, Branco lexítimo (Albarín blanco), Agudelo (Chenin blanc) y Palomino. Para los tintos: Mencía, Brancellao, Merenzao, Gran negro y Garnacha Tintorera
Historia y cultura
La apuesta de los viticultores por la defensa de las producciones vitícolas propias de esta zona geográfica se basa en la reputación histórica de la comarca como productora de vinos ya destacada en documentos como el Catastro de Ensenada de 1752, que atribuye a esta zona una superficie vitícola alrededor de 1100 ha, con la viña configurándose cómo práctica de monocultivo en la mayor parte de los ayuntamientos de esta área geográfica, así como en la conservación e incremento de cultivo de variedades propias y tradicionales de la zona ya citadas por Huetz de Lemps en su obra Vignobles et vins du Nord-Ouest de l’Espagne (1967).
Las asociaciones de viticultores y bodegueros de esta zona fomentan el valor de los vinos de esta comarca promocionándolos a través de eventos como la Feria del Vino de Betanzos que se celebra anualmente desde 1985.
Pliego de condiciones
